Como elaborador o distribuidor de alimentos y bebidas, su empresa debe afrontar con eficiencia el reto de gestionar los requisitos específicos del sector y los requisitos legales exigidos a su negocio. No sólo debe atender eficazmente los pedidos de los clientes, gestionar las recetas, controlar el inventario y planificar la producción en un entorno cada vez más competitivo, sino que también debe hacer frente a la multitud de cuestiones complejas derivadas de la creciente normativa gubernamental.